I. Leyes de las Ofrendas (Cap. 1 al 7).

Clases de Ofrenda (Cap. 1 al 5).

ü Holocausto; de ganado vacuno, carneros, cabras, tórtolas y palomas. Eran quemados por entero en señal de la dedicación completa de la persona a Dios.

ü Oblaciones: de granos, harina, o tortas, sin levadura. Un puñado se quemaba y el resto era para los sacerdotes.

ü Sacrificios de paces: de ganado, ovejas o cabras. Se quema el sebo y el resto era comido, parte por los sacerdotes y parte por los ofrendantes.

ü Ofrendas por el pecado y de expiación: varias ofrendas por diferentes pecados. Se quemaba el sebo; el resto, en algunos casos era quemado fuera del campamento, y en otros era comido por los sacerdotes. Por la falta cometida contra otro, debía restituirse su valor más una quinta parte, antes de ofrecerse el sacrificio. Significaba el reconocimiento del pecado y su expiación.

 

Detalles Adicionales sobe los Sacrificios (Cap. 6 – 7).

Había ofrendas de bebidas o libaciones, ofrendas mecidas y agitadas.

Forma de sacrificio: se presentaba el animal en el tabernáculo; quien lo ofrecía, ponía sobre él las manos, constituyéndose en representante suyo. Era degollado; la sangre se rociaba sobre el altar y se derramaba al pie del mismo; y la parte especificada por la ley era quemaba.

Frecuencia de los sacrificios: los había diarios, de un cordero, cada mañana y tarde, y de dos los sábados. El primero de cada mes había sacrificios adicionales. En las fiestas de la pascua, de Pentecostés y de los tabernáculos, se ofrendaban grandes cantidades de animales, y también en el día de expiaciones. Además había ofrendas para ocasiones especiales.

 

II. Leyes del Sacerdocio (Cap. 8 al 10).

Consagración (Cap. 8).

Antes del tiempo de Moisés hacían sacrificios cada cabeza de familia, pero, ahora se instituye en una ceremonia solemne una orden especial hereditaria de hombres para este servicio. Aarón y sus descendientes primogénitos en sucesión directa eran los sumos sacerdotes.

La ceremonia de consagración incluía el lavarse con agua, el vestirse con ropas sacerdotales, el ungirse con aceite, el ofrendar sacrificios y el rociar sangre.

 

Vestiduras del Sumo Sacerdote (Ex. 28).

Un manto de azul, con campanillas en el ruedo. Un efod, especie de capa corta de dos piezas, una por delante y otra por detrás, de oro, azul, púrpura, escarlata y lino fino, unidas en cada hombro con un ónice, cada uno de los cuales tenía grabados los nombres de seis de las doce tribus.

Un pectoral de unos 25 cms., en cuadro, de oro, azul, púrpura, escarlata y lino fino, doble, abierto arriba como una bolsa, y colgado del efod con cadenas de oro, adornado de doce piedras preciosas, teniendo cada una el nombre de una tribu. Contenía el urim y el tumin que se usaban para saber la voluntad de Dios.

 

El Sacerdocio Levítico

Fue ordenado divinamente para mediar entre Dios y la nación hebrea en el ministerio de sacrificios de animales. Estos sacrificios luego fueron cumplidos en Cristo y ya no son necesarios ni éstos, ni tampoco los sacerdotes. Cristo mismo es el Sumo Sacerdote del hombre, y único mediador entre Dios y los hombres.

 

El Fracaso (Cap. 10)

Nadab y Abiú, los hijos de Aarón, en vez de usar fuego tomado del altar, usaron fuego ordinario para quemar el incienso. Para poder impresionar a la nación con la santidad y responsabilidad del sacerdocio Dios puso a estos hombres como ejemplo destruyéndoles con fuego.

 

III. Leyes de Purificación (Cap. 11 al 22).

ü Animales limpios e inmundos: Aún antes del diluvio había una distinción entre animales limpios e inmundos (Gn. 7:2).

ü Purificación de las madres: El periodo de separación era de 40 días en el caso de niños varones, y de 80 días en el caso de las niñas.

ü Indicaciones de lepra: su propósito era impedir el contagio de la enfermedad. Indicando los tipos que pudiesen presentarse y las acciones a seguir para cada tipo, además indica que esta enfermedad era necesaria que fuese vista por el sacerdote, y era una enfermedad inmunda.

ü Impureza ceremonial: Era para promover la limpieza personal y también el reconocimiento de Dios en todos los aspectos de la vida. La pena era el ser separado del tabernáculo y de entre la congregación. La purificación era en parte por agua y en parte por sacrificios.

ü Día anual de expiación: Era el 10 del mes séptimo. Este día el sumo sacerdote entraba en el lugar santísimo para expiar los pecados de la nación. Esta remoción de pecados era solo de un año.

ü Manera de ofrecer los sacrificios: La ley exigía que los animales fueran presentados a la puerta del tabernáculo. Comer sangre era estrictamente prohibido.

ü Abominaciones: No es permitido incesto, homosexualidad, ni cohabitación con animales, es abominación a Dios y su castigo es ser cortado de la tierra.

ü Leyes varias: Días de descanso, idolatría, sacrificios voluntarios. Robo, blasfemia, jornales, equidad, chismes, amor fraternal, cruzamiento de animales y plantas. Adulterio, árboles frutales. Desfiguración de la persona, prostitución, respeto hacia los ancianos, bondad hacia extraños, pesos y medidas. Culto de Moloch. Hechicería, respeto a los padres, incesto, animales limpios e inmundos. Concubinato, poligamia, divorcio y esclavitud eran tolerados pero muy restringidos. La ley de Moisés elevaba el matrimonio a un nivel muy superior al que existía entre las naciones vecinas.

ü Sacerdotes y sacrificios: Los sacerdotes debían ser sin defecto físico y no podían contraer matrimonio sino con una virgen. Los animales destinados al sacrificio debían ser sin defecto y tener por mínimo 8 días de edad.

 

IV. Leyes de las Fiestas (Cap. 23 y 24).

ü El Sábado: Día de fiesta semanal de los israelitas, en el cual descansaban de todo su trabajo y en el que se reunían para el culto.

ü La Pascua: Duraba un día y se celebraba el paso del ángel de la muerte por las casas de los israelitas a los 14 días del primer mes.

ü Panes sin levadura: Duraba siete días conmemorando la partida de Egipto. A los 15 días del primer mes.

ü Las Primicias: Una gavilla de las primicias de la cosecha era mecida delante del Señor.

ü Pentecostés: Significando “cincuenta”, se celebraba 50 días después de las primicias, ese día dos panes con levadura eran mecidos ante Jehová.

ü Las Trompetas: “El día de año nuevo”, el primer día del séptimo mes, ofrenda encendida al Señor.

ü El día de Expiación: Era día de ayuno, el Sumo Sacerdote entraba al lugar santísimo, portando sangre para hacer expiación por los pecados del pueblo. Esto se hacía una sola vez al año y prefiguraba a Cristo entrando al mismo cielo con su propia sangre para hacer expiación eterna por nuestros pecados. Había dos machos cabríos: uno era sacrificado, el otro, Aarón ponía las manos confesando sobre él los pecados de la nación, y luego lo enviaba al desierto. Estos dos machos cabríos representaban dos aspectos de la expiación. El primero tipificaba a Cristo sufriendo la pena por nuestros pecados (la muerte), el segundo tipificaba a Cristo alejando nuestros pecados, para no volverlos a recordar.

ü Fiesta de los Tabernáculos: Fiesta de las cabañas. Conmemoraban los días en que vivían en cabañas después de la salida de Egipto. A los 15 días del mes séptimo, duraba 7 días.