Astrosofia de la cuadratura. 


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Astrosofia de la cuadratura.



Antes de penetrar en el estudio de los dos grandes aspectos que se encuentran más polarizados -el trígono y la cuadratura- tenemos que realizar unas cuantas observaciones acerca de lo que es la filosofía general de los aspectos astrológicos. Este es un tema que, queriendo o no, se encuentra en todos los libros o tratados sobre astrología que bien o mal se introducen en la interpretación astrológica. Incluso, las primeras conversaciones con los compañeros de estudios acerca de la propia carta astral suelen estar encaminadas en parte a ver cuántas cuadraturas y cuántos trígonos posee cada uno en su horóscopo.

Quizás nos sorprenda que este apartado que hemos llamado como es ya común, "explicación complementaria", contenga tantos fundamentos, conclusiones e incluso contenidos, pues todo ello va a ir en relación con la "filosofía de los trígonos y las cuadraturas". También llamará la atención que para profundizar en este tema tratemos de hacer un humilde acercamiento a la Astrosofía o Astrología esotérica.

Para empezar, el considerar a los trígonos como buena suerte y a las cuadraturas como elemento de mala suerte, no es algo que ya a estas alturas el estudiante piense, aunque ello no es raro que suceda en muchos que interpretan cartas astrales.

En general, como se ha visto, se ha tratado de no usar prácticamente las denominaciones de planetas y aspectos "benéficos" y "maléficos". Ello es para quitar la carga de terrible a lo maléfico y la idea de buen destino a lo benéfico, a la vez que se ha repetido una y otra vez que hasta no realizado el horóscopo completo todos estos términos son relativos. En cualquier caso, decir aspecto disonante, desequilibrado, inarmónico o problemático es mucho más correcto.

En la base de la filosofía de los aspectos astrológicos se encuentra todo un sustento de leyes universales sencillas pero que no dejan de hacer meditar en los secretos de la vida. Pero no vamos a ser ingenuos en la interpretación, pues efectivamente las cuadraturas producen en buena medida experiencias que los humanos solemos considerar como causas de sufrimiento, mientras que los trígonos hacen llover del cielo situaciones facilitadoras y felices. Eso es indudable.

Mas en estos momentos tendríamos que profundizar qué es el sufrimiento y qué puede ser la felicidad, así como si lo que se suele llamar felicidad es igual para todos.

En lo que respecta al sufrimiento, no cabe duda de que unas personas sufren terriblemente por unas cosas que a otros les pueden causar risa. Para alguien el que su equipo de fútbol pierda un partido puede ser motivo suficiente para tener un infarto, mientras que otros ni siquiera se han preocupado en saber el resultado del encuentro. También es cierto que hay cosas que siendo sinónimos de sufrimiento ya parece que son más universales, como por ejemplo los desengaños o engaños amorosos, la pérdida de fortuna, el dolor físico, etc. Pero no se puede pasar por encima el hecho de que presentadas estas circunstancias las personas responden externa e internamente de distinta manera. Unas consideran uno de estos fracasos como el fin, mientras que otros asimilan la experiencia y algunos olvidan con cierta facilidad.

Así, el sufrimiento humano es algo relativamente relativo.

Pero queríamos llegar no sólo a observar lo que sucede en la vida real a nuestro alrededor, sino a buscar y encontrar la explicación de causa que genera el llamado sufrimiento, especialmente desde el punto de vista de las leyes esotéricas y de los principios cósmicos. Así, el buscador de la verdad trata de explicarse el porqué de esta experiencia humana, pues no le basta considerarla como mala suerte, mal destino o siquiera mal karma.

De alguna manera, la ley de la cuadratura es la ley del rozamiento. Sabemos que los cuerpos definen su movimiento de acuerdo a la ley de la inercia en primera instancia. Así, si un objeto es empujado en el espacio sideral, donde supuestamente la atracción o el rozamiento al cual va a estar sometido es mínimo, éste se seguirá desplazando en línea recta a la misma velocidad que alcanzó y con igual trayectoria de una forma perpetua.

Este movimiento uniforme y rectilíneo sólo puede ser variado por otro cuerpo que ejerza atracción sobre él o por algún elemento que le suponga rozamiento.

En términos cosmopsicológicos, cualquier fuerza que suponga freno, impedimento o rozamiento está simbolizada por la cuadratura. Así, lo que nosotros llamamos sufrimiento se convierte en un roce entre nosotros mismos y las circunstancias, o entre varios aspectos de nuestro yo.

Mientras ese rozamiento se produce, la sensación psíquica interna es de obstaculización, sufrimiento o fricción. Otro tema es cómo superar o paliar de forma efectiva este sufrimiento, a cuyo tema trataremos de acercarnos en su momento.

Así, todo el proceso de fricción interior tiene por fin que el diamante bruto quede suficientemente pulido, pero ello tiene que ser mediante grandes presiones y pérdida de partes de nosotros mismos, que con el tiempo se comprobará que eran superficiales, impuras y resultando una verdadera rémora para alcanzar superiores estados.

Hasta cierto punto la cuadratura es algo que se está manifestando de forma intensa dentro de nosotros mismos o en el exterior, pero que peca de imperfección o de rudeza. De ahí, que el trabajo verdadero a que induce la Cosmopsicología no sea el de huir de los malos aspectos mediante técnicas astrológicas más o menos sofisticadas, pues ello nos haría algo así como "fugitivos ante las estrellas".

Lo que verdaderamente se pretende con las cuadraturas, así como con las energías, defectos psicológicos y circunstancias que ellas representan, es transmutarlas. Recordemos en este punto que Plutón, el astro que representa en sí el sufrimiento, es igualmente el de la transmutación, la integración yo-circunstancias y la autoconciencia.

En sí dos planetas en cuadratura se están en principio atacando o enfrentando, en lo que podríamos llamar una manifestación de energías involutivas. Pero esto sucede cuando la persona no está suficientemente atenta a manejar el timón de su vida, con lo cual si no ejerce suficientemente su voluntad, la proporción determinismo-libertad crece muchísimo a favor del primero.

Está claro que la cuadratura muchas veces es difícil de acometer de manera constructiva, pero se ha de saber que el desarrollo de los astros no es un círculo vicioso, sino una espiral evolutiva, tal como se ha mencionado en la introducción esotérica del curso. Así, si cuando nos encontramos ante un ciclo ondulatorio y, concretamente, en una de sus caídas (aparentes), somos capaces de ejercer la fuerza de voluntad, después de la siguiente cresta de la ola ya la situación habrá mejorado sensiblemente. Véase la figura 4-B.

Muchas vivencias de cuadraturas son tan fuertes que es necesario abordarlas en forma de experiencia constructiva después de varios intentos y aparentes derrotas parciales. En lo físico externo puede haber derrotas pero, si en lo interno se mantiene el timón y la brújula, ninguna vivencia resulta inútil. Cabe meditar en este punto de nuevo sobre el axioma de Lavoisier: "en el Universo nada se crea, nada se destruye, todo se transforma". Ello quiere decir que todos los esfuerzos de voluntad y todas las iniciativas conscientes y evolutivas llegado un momento van a ser necesarias. Pero aun hay más, aunque parezca sorprendente, ya que hasta los errores y el manejo que en otros momentos se haya hecho irresponsablemente sobre ciertas energías de la vida, saldrán a su tiempo a flote. Pero no como un castigo de la naturaleza, sino bien situados en un programa pedagógico individualizado que las leyes tienen para cada ser humano. Por ello, la cuadratura significa algo fuerte, pues suele asociarse a errores cometidos en el pasado y a lecciones pendientes, que se nos hacen tan o más difíciles que los temas que menos nos gustaban en el colegio.

La cuadratura significa, como se ha visto, un elemento de tensión, con lo que requieren un gran gasto de energía, pero lo que sí es cierto es que, de acuerdo al lenguaje de los yoghis, del fango nace el loto, el cual crece limpio y por encima del lodo. De la misma manera, las experiencias que resultarán más ricas y más profundas con el tiempo, serán precisamente las que vienen indicadas con las cuadraturas.

Esto anterior no quita que, la integración o asimilación de las experiencias internamente de las cuadraturas, sea a veces fuerte.

La cuadratura, para hacer un resumen de lo descrito hasta ahora, significa la ley del rozamiento o de la resistencia, la cual se manifiesta no sólo en el dominio de lo físico, sino también en lo emocional, mental y de la conciencia-voluntad.

Así, cada vez que la voluntad se quiere poner en acción, surge una fuerza en sentido contrario que la polariza. Es la ley de acción-reacción en el plano físico, la cual por la ley universal de la correspondencia se supone se traspola a todos los niveles del universo. Como contraposición, el trígono supondría un empuje facilitador.

Como segundo aspecto mencionado, la cuadratura supone tensión y perfeccionamiento de aristas y defectos, las cuales se van limando precisamente con el roce que provoca la cuadratura en los distintos planos del hombre. El trígono, como contraposición, sería el factor relajación y una serie de energías que no necesitan tanto esfuerzo para que se manifiesten armónicamente. Hasta cierto punto, se puede decir que los trígonos traen experiencias y cualidades que vienen más perfeccionadas o desarrolladas.

Como tercer punto, la cuadratura por ser rozamiento y tensión significa en un nivel normal humano cierta incomodidad o sufrimiento, en una escala muy variable. El trígono, por ser lo que viene más suave y armonioso, representa más las experiencias que los humanos de forma natural consideramos como felices.

Pero continuemos en nuestro estudio sobre la entidad astrosófica de las cuadraturas. Si estudiáramos un coche, podríamos hacer la analogía entre el freno y la cuadratura, mientras que el acelerador serían los trígonos. Ello se deriva de lo que hemos llamado el rozamiento, la resistencia o la reacción a cualquier fuerza que se manifiesta sobre el mundo terrestre. Todavía trataremos de penetrar un poco más entendiendo que las cuadraturas representan energías involutivas, mientras los trígonos son fuerzas evolutivas.

Pero los trígonos solos se quedarían en pura especulación o no llegarían a manifestarse en la realidad, si las cuadraturas no hicieran de punto de tropiezo o de "pista de aterrizaje" de los trígonos. Sería algo así como un gran avión que tratara de aterrizar en una pista, pero que sus ruedas no sufrieran rozamiento, con lo que ellas resbalarían sobre el suelo.

Pero, a la vez, un exceso de fuerzas generando impedimentos o dificultades (cuadraturas), significaría llegado un momento que ahogan la fuerza capaz de vencer la gravedad (los trígonos).

Dicho de otra manera, los trígonos suponen un elemento más espiritual, debido a su propio simbolismo, que ya sabemos que es el del triángulo, el cual tiene atributos de elevación. En cambio, las cuadraturas son un claro soporte material de las experiencias. Son energías hasta cierto punto más toscas o menos perfeccionadas.

Llegado este punto, para romper totalmente con la idea inconsciente o arquetípica incorrecta de la suerte, podemos decir con seguridad que los trígonos de nuestra carta natal los hemos tenido que trabajar previamente, con lo cual las cuadraturas se convierten en energías, experiencias o puntos del propio carácter que hay que perfeccionar a toda costa. Aun cuando las cuadraturas en sí significan fuerzas involutivas (roces, conflictos, enfrentamientos, peligros, etc.), la labor del ser humano consiste en colocarse como Hércules entre las dos columnas y conseguir armonizar lo que de por sí viene desordenado (cuadratura), hacer consciente lo que en principio se genera en el dominio instintivo (cuadratura), espiritualizar lo material (cuadratura), unir los elementos que de inicio se odian o se hacen daño (cuadratura), conciliar lo aparentemente enemistado (cuadratura), etc.

De aquí podemos deducir toda una serie de consecuencias prácticas acerca de la filosofía general de los aspectos que tratamos. Por ejemplo, el hecho de que el ser humano, tal como lo demuestra la experiencia, se crezca ante las dificultades, aunque también es cierto que demasiadas obstaculizaciones o enfrentamientos uno detrás de otro terminan por quemar a casi cualquier persona. Por tanto, no puede existir un buen deportista si no se ejercita o entrena con cuadraturas, es decir, con elementos, aparatos u oponentes que le colocan en una situación de desarrollo ante las dificultades.

Desde luego, que hay en ello dos tipos psicológicos humanos que son bastante opuestos o radicales en cuanto a esto que estamos comentando. Concretamente, hay un estereotipo psicológico que gusta de las cosas difíciles y arriesgadas, el cual con frecuencia juega con las fuerzas angulosas o con aristas (cuadraturas) y en una de ellas puede sucumbir por la imprudencia o por haber infravalorado a su adversario energético. Es lo que podríamos llamar el tipo duro o amante de las cosas difíciles.

En el otro lado, hay otra gama de seres humanos, bastante frecuentes, que prefieren guiarse siempre por el principio del mínimo esfuerzo, que significa buscar siempre las cosas fáciles, lo más hechas posible y sin meterse en conflictos o sobreesfuerzos innecesarios.

Pero lo que es muy usual es el estereotipo psicológico que busca siempre lo cómodo y fácil, mientras que a los demás siempre les muestra sus más contundentes cuadraturas. Dicho de otra manera, le gusta que los demás pasen por la prueba y se esfuercen lo más posible, mientras que él prefiere verlo todo sentado en el palco y sobre mullidos cojines.

Lo que está claro es que las leyes naturales están por encima de estos comportamientos, si no desequilibrados, si tendientes al desequilibrio.

Entonces, pues, ¿cuál sería una actitud ideal?. Ello es algo que cada uno ha de ver internamente y, sobre todo, descubrir en una labor de búsqueda de la verdad, pero sí podríamos apuntar algunas notas convenientes.

Trataríamos entonces de configurar un tipo humano bastante acorde con las leyes naturales, lo cual haría que el estado de conciencia de este sujeto se acercara bastante y de forma progresiva al nivel del Hijo del Hombre o Quinto Reino.

En primer lugar, este ser sabría ver de frente sus cuadraturas, tanto las externas o circunstanciales como las internas en correspondencia o analogía con las primeras. Tiene conciencia de que algunos de estos aspectos probatorios (cuadraturas) no son fáciles ni de equilibrar, ni de armonizar ni sublimar, por lo que la paciencia, la auto comprensión y la constancia se hacen necesarias.

A la vez, se necesita que la conciencia pase por las experiencias de las cuadraturas pero con las miras puestas en los ideales, para de esa manera adquirir la experiencia de descender sin perder el contacto con lo superior. Es como el buzo, que no pierde nunca el contacto con la superficie, aunque sea a través de una botella de oxígeno, mientras se sumerge en las profundidades del mar.

Mas hemos hablado o mencionado la palabra descenso. ¿Qué sucede con esto? No es difícil de discernir sobre lo que ya sabemos para entender que la cuadratura, por ser en bruto una energía involutiva (aunque puede transmutarse en la polaridad contraria), conlleva un descenso hacia niveles de experiencia que se asemejan a la persona consciente como inferiores, muchas veces. Pero ello es sólo la primera impresión, ya que ciertas vivencias que en un momento quizás se nos presentaban como terribles, luego resultan ser aquellas de las que quedamos más agradecidos. Un ejemplo podría ser el hecho de sumergirse en el mar para personas que en principio le tienen algo de miedo a la situación, pero que una vez vivida les reporta una gran satisfacción interna.

Si alguien estuviera bajando una escalera sin tener en cuenta el principio de las cuadraturas, lo haría de forma imprudente y sin ni siquiera percatarse de uno sólo de los peligros que le pueden acechar, desde perder el equilibrio hacia delante o encontrarse en una zona poco visible alguna substancia que le podría hacer resbalar.

El caso justamente opuesto es el de la persona que desciende por esa escalera agarrándose de forma temerosa a la barandilla y poniendo nervioso a cualquiera que tuviera que bajar detrás de él.

Subiendo la escalera la cosa se hace distinta, ya que el que asciende cargado de cuadraturas lo hace con un gran peso psicológico -o bien físico- encima, lo que provoca una subida lenta, pesada y algo así como un calvario. Sin embargo, el que sube lleno de trígonos lo hace con vivacidad, facilidad y energía.

Pero meditemos en algo trascendental. Aunque hemos dicho que con las cuadraturas descendemos (fuerzas involutivas) y con los trígonos ascendemos (energías evolutivas), podemos llegar ya al punto de ver que ambas fuerzas son dos aspectos de lo mismo, que es lo que podríamos llamar como las energías de la vida misma.

Una vacuna sirve de cuadratura para que el cuerpo se prepare ante ataques similares, con lo que en sí la cuadratura correctamente administrada no resulta en sí un factor destructivo.

El deportista necesita la oposición o el rozamiento para que sus músculos se fortalezcan, porque si en su gimnasio sólo tuviera trígonos, sus enérgicos grupos musculares no tendrían con qué ejercitarse y fortalecerse.

La persona que practica surf precisa de dos elementos: uno impulsor, que es la propia inercia y la fuerza de las olas (los trígonos) y otro de rozamiento (las cuadraturas), que es su propio peso, el de la tabla y el rozamiento de ésta con el agua.

Así es como el hombre equilibrado ante las fuerzas de la vida que tratábamos de representar, trata de actuar y pensar. No huye de aquellas experiencias que le fortalezcan sus puntos débiles, aunque en los primeros momentos ello resulte fuerte para él, pues sabe que el resultado de haber actuado responsablemente va a ser una mayor libertad.

Por cierto, podemos incluir en el estudio sobre las cuadraturas que éstas significan circunstancias que de entrada nos quitan supuestamente libertad, mientras que los trígonos son experiencias y vivencias que nos dejan vía libre.

En el deporte sucede con frecuencia que un equipo se deja dormir con una ventaja sobre su contrincante, pero acaba perdiendo por confiarse y relajarse. Por ello, en el caso de que ese equipo actúe manteniendo toda la tensión durante el partido, la energía de cuadratura (de tensión) que supone sentir al rival de frente, no resulta ser algo perjudicial, sino todo lo contrario. La cuadratura (la tensión y el enfrentamiento) es la que hace que luego se pueda disfrutar de un trígono real y no ficticio, que es el de haber ganado y cumplido.

Dicho lo cual, podemos añadir alguna experiencia interesante.

Hay casos frecuentes en que la presencia de varios trígonos no acaba de cuajarse en la realidad debido precisamente a la falta de cuadraturas en relación con esos asuntos. Pareciera como si el trígono "no aterrizara" al faltarle la fuerza de rozamiento de la cuadratura. Ello es bien sencillo de estudiar si observamos el comportamiento humano. Si todo sale bien y sin ningún tipo de obstáculos (trígonos), la persona se duerme y deja de activar unos sutiles mecanismos internos, que son los que hacen que el hombre cuando se las ve en circunstancias apretadas reaccione.

Por lo anterior, hay quien se atreve a decir que el buscador de la verdad puede llegar incluso a buscar la prueba, lo cual no significa ni mucho menos que sea masoquista ni que desee su propia ruina, sino sencillamente que sabe que con el esfuerzo es como va realmente a despertar su parte de "buena suerte".

También existe algo que en su esencia es contrario totalmente a lo anterior: es el caso de la persona que se acomoda o se acostumbra a las energías involutivas que se han estado moviendo a su alrededor. Es decir, se necesita desapego para superar o transmutar las circunstancias involutivas, pues acostumbrarse o hacerse conformista con las propias desgracias no es precisamente un síntoma de sacrificio y abnegación, sino de cobardía ante la posibilidad de que más adelante exista luz.

Con lo anterior se puede pensar que ha quedado suficientemente claro que las ideas orientalistas deformadas del karma, las cuales llevan a actitudes pasivas ante la vida, sería aconsejable que quedaran totalmente a un lado para el estudiante de Astrología.

Igual que un racimo de trígonos puede quedar en el aire o en los planos abstractos mientras no encuentre un terreno propicio donde crecer, el caso contrario, que es el de un apiñamiento de cuadraturas, también posee un punto de prudencia importante a tener en cuenta. Es el hecho de que demasiado sofoco de impedimentos y obstaculizaciones puede generar un efecto de finalización, de fin o de muerte psíquica o de posibilidades. Es decir, sería algo así como la circunstancia de la crucifixión desde el punto de vista esotérico, en la cual las posibilidades se reducen a una muy importante, que es la de trascender, renovarse totalmente o morir del todo a ciertas fuerzas involutivas. Si esto no se hace así en el caso que comentamos, lo que sucede es que el capitán de la nave, la cual está muy dañada, se hunde con ella sin remedio. Para salir a flote necesitará de bastante tiempo y esfuerzo.

Por supuesto que todos estos pensamientos, así como otros muchos más relacionados con el tema, los irá el estudiante entendiendo según vaya dilatando su práctica astrológica, tanto personal como en la interpretación de los horóscopos de otras personas.

Por tanto, llegado el momento, los trígonos y las cuadraturas, así como el resto de los aspectos astrológicos, los verá como parte de una unidad.

ASTROSOFIA DEL TRIGONO.

Pero, ¿qué sucede en sí con los trígonos, los cuales los hemos ido dejando casi en segundo lugar?. Hemos profundizado un poco en las cuadraturas primero, ya que en ellas se ha de hacer el mayor esfuerzo (cuadratura) de entendimiento para comprender los grandes misterios de los aspectos astrológicos y de la vida misma.

Desde luego que los trígonos no han quedado relegados a simples experiencias facilonas, que vienen hechas o que no requieren ningún esfuerzo para ser realizadas. Según dirían los chinos, en toda cuadratura existe una parte de trígono y, en todo trígono, existe una porción de cuadratura.

Lo anterior supone que el trígono, tal como ya se ha perfilado, precisa también de un yo forjado en la cuadratura para ser realizado completamente.

Se podría citar el ejemplo del pequeño porcentaje de personas que no poseen ninguna cuadratura entre planetas, de las cuales en principio se podría decir que viven en el cielo o que son celestiales. Pero algo que casi nunca se tiene en cuenta es que en una interpretación mínimamente avanzada también han de tenerse en suficiente consideración los aspectos astrológicos que van entre los planetas y las cúspides de las casas, especialmente hacia aquellas cúspides que lo son de las casas cardinales (I, IV, VII y X). Estas cuatro cúspides son nada más y nada menos que el punto ascendente, el fondo del cielo, el descendente y el medio del cielo). Por ser estas cúspides de las casas puntos sensitivos de la carta astral, los aspectos astrológicos de los planetas con respecto a ellas son especialmente importantes. Pero ello no puede hacernos olvidar que las cúspides o puntos de inicio de las restantes casas astrológicas también han de ser analizadas de acuerdo a los aspectos que reciben. Se aplicarán en este caso los mismos orbes que siempre hemos tenido en cuenta.

Por ello, es tremendamente difícil que en un horóscopo no exista ningún aspecto inarmónico, ni de planetas a planetas, ni de planetas a cúspides de las casas. Por otro lado, los únicos factores armónicos o inarmónicos de una carta astral no sólo vienen representados por los aspectos astrológicos, sino que se ha de ver también la posición de planetas en signos, para saber si existen dignidades y debilidades, aparte de otras cuestiones.

Se puede también hacer un intento de interpretar al trígono como representación de la fuerza de la unión o el amor, mientras que la cuadratura generaría los roces y los conflictos, lo cual sería el odio, la contrariedad o la repulsión. De acuerdo a esta interpretación, en ocasiones las cuadraturas indican repulsión hacia experiencias que en sí resultarían negativas, mientras que un trígono en ciertos casos sería la unión con algo que en sí no resulta evolutivo.

Pero esto son unos casos muy especiales que en su momento se verán.

Por lo general, los trígonos conllevan partes de la persona y de su vida que resultan elevadas, holgadas, plenas y satisfactorias. Los trígonos son lo que representa el lubricante o el aceite para el motor, sin el cual éste quedaría totalmente trancado por el rozamiento de la cuadratura.

Así, el trígono es una fuerza evolutiva y ascendente, la cual precisa de la experiencia de la cuadratura como plataforma de lanzamiento. Sería el caso de un cohete o un trasbordador espacial que está a punto de despegar. El chorro de sus motores precisa estrellarse a la plataforma de lanzamiento, pues sin ese rozamiento el despegue sería imposible.

Es indudable que, como polaridad a todo lo comentado con la cuadratura, el trígono es indicativo de relax, facilitación, felicidad y elevación, a la vez que de sutileza.

No dejemos de tener siempre presente que los trígonos suponen una fuerza perfeccionada, aunque ya sabemos que previamente esta energía tuvo que limarse de impurezas a base de yunque y martillo, en la forja cósmica de la vida y sus experiencias, concretamente mediante la cuadratura.

Pero una cosa es la Astrología y otra es la Astrosofía, siendo esta última la única que puede dar una suficiente y satisfactoria visión de conjunto del ser humano mediante la interpretación de los símbolos celestes. Es casi inmediato pensar que si el ser humano es una unidad, lo cual queda confirmado con la propia Cosmobiología, se ha de tener en cuenta que todas sus cuadraturas, todos sus trígonos y toda su carta natal es una sinfonía coherente entre sí, con lo que se ha de pasar poco a poco de una visión parcial e incompleta a una globalista cara a la interpretación.

Siguiendo adelante con los trígonos, estos significan el apoyo necesario para que los a veces desolados parajes de las cuadraturas estén salpicados de refrescantes y salvadores oasis. Sólo la lucha y el desgaste de energías enfrentándose a las circunstancias, no es suficiente para ampliar la conciencia. Se precisa también de la plenitud, la paz, el amor y la holgura.

Una educación demasiado acomodada, fácil y sin complicaciones, tiene sus ventajas y desventajas, al igual que otra salpicada de estrecheces y limitaciones. En la primera, se despierta el gusto por la vida, aunque llevada a extremos supone la desidia, al abandono y el no saber valorar lo que se tiene. En el segundo caso, el período de la infancia y la adolescencia ha puesto las facultades al máximo, con lo que se madurará más rápidamente. Pero, igualmente, en casos extremos, una avalancha de dificultades pudo haber sentado las bases para un ensombrecimiento del yo y de sus posibilidades.

¡Pero no seamos ingenuos!. Hay aspectos astrológicos que en la carta astral se refieren más a la individualidad en sí, los cuales es preferible que sean, por lo menos en cierta medida, trígonos. En general, lo que poco a poco iremos valorando con el trabajo sobre horóscopos completos, es que lo realmente importante es la totalidad de los aspectos, viendo el equilibrio o desequilibrio que existe entre los trígonos, las cuadraturas y el resto de factores, para llegar a determinar cuáles son las posibilidades más realistas de la persona (trígonos) y qué esfuerzo ha de hacer para contrarrestar las dificultades (cuadraturas).

EL TRIGONO.

INTRODUCCION.

El trígono se suele interpretar como dos planetas que se benefician, se ayudan, se apoyan o se elevan mutuamente y, así mismo, con todos los asuntos y fuerzas armónicos que ambos representan.

EJEMPLOS PRACTICOS.

A continuación vamos a ver algunos ejemplos de trígonos entre planetas, siempre teniendo en cuenta que un aspecto astrológico es una relación mutua o de reciprocidad.

SOL TRIGONO URANO:

La individualidad (Sol) se ve impregnada de un sentido de independencia y originalidad mental creativa (Urano). Esto hace que la nobleza se afirme y afiance con la capacidad de reflejos y de coger las cosas al vuelo. La proyección del yo se demuestra por vías poco transitadas y bastante peculiares, lo cual promete un ascenso social debido a ello precisamente. Existe un favorecimiento mutuo entre las capacidades mentales superiores y la vitalidad física, lo cual impulsa al ego a proyectarse abiertamente en la consecución de elevados ideales. La mente intuitiva y renovadora va en busca de la luz solar de la verdad, lo cual genera una renovación (Urano) de la conciencia (Sol).

URANO TRIGONO MARTE:

Se favorecen activa y mutuamente las capacidades de actividad y liderazgo (Marte) con las de comprensión rápida e intuitiva de las circunstancias (Urano). No cabe duda de que en este caso la decisión por impulso y arrojo de Marte se ve aumentada por los rápidos pensamientos uranianos, los cuales se colocan un poco por delante del momento presente. Así se gana en decisión, pero también en adelantamiento a las circunstancias, como colocándose por delante de ellas. El ejercicio del liderazgo (Marte) se sintoniza adecuadamente con una buena labor de trabajo en equipo (Urano) y sentido de la fraternidad.

 

MARTE TRIGONO VENUS:

Significa en lo abstracto una correcta compenetración entre la expresión sensual masculina (Marte) y femenina (Venus), la cual se expresará en aspectos concretos dependiendo de las casas donde se sitúen ambos planetas.

Desde un punto de vista psicológico, el sentido de la belleza y de los buenos modales (Venus) es un aliado de la dinámica y la firmeza (Marte). La expresión sensual y el sentimiento amoroso (Venus) se impregnan de sacrificio, apasionamiento y espontaneidad directa.

VENUS TRIGONO SATURNO:

Los sentimientos amorosos (Venus) se encuentran cargados de profundidad, experiencia serena, responsabilidad, seriedad y durabilidad. A la vez, la responsabilidad saturnina se ejerce con amor y buenos modos. Dicho de otra forma, en las circunstancias propias de Saturno, tales como el trabajo y los esfuerzos prolongados, Venus acompaña con un serio sentido de la estética y unas relaciones humanas (Venus) bastante respetuosas (Saturno).

SATURNO TRIGONO MERCURIO:

La voluntad (Saturno) se aplica de forma muy efectiva en cuanto a todo el mundo de la razón, la mente concreta y el intelecto (Mercurio). Se puede hablar de seguridad, concentración, realismo, rigor, tenacidad y profundización (Saturno) en lo que se refiere a la comunicación, el pensamiento y los estudios (Mercurio). Simultáneamente, el sentido de lo realista, práctico y material no llega a ser rígido, pues Mercurio flexibiliza y hace más comunicativos los asuntos o tendencias en relación con Saturno.

MERCURIO TRIGONO JUPITER:

La inteligencia (Mercurio) es apoyada creativamente por los ideales (Júpiter), los cuales a su vez encuentran aplicaciones prácticas en Mercurio.

Lo intelectual (Mercurio) y lo moral (Júpiter) se sintonizan correctamente, a la vez que generan una dinámica activa (trígono).

Lo mental y lo social están correctamente interconectados, con lo que es de esperar que las posibilidades comunicativas y mentales mercurianas no sólo se manifiesten en los exámenes y en las bibliotecas, sino también en el dinamismo social (Júpiter). Sería algo así como una mente concreta habilidosa en el terreno de lo social.

JUPITER TRIGONO NEPTUNO:

Es un interesante aspecto, ya que se trata de los dos regentes del signo de los Peces en relación armónica fuerte.

La extroversión social (Júpiter) se armoniza con las tendencias místicas y espiritualistas (Neptuno). Pero en sí el trígono no sólo significa que dos factores no se obstaculizan entre sí, sino que además se benefician, apoyan y generan un efecto creciente en armonías.

De este modo, la fe interna (Neptuno) es la que hace que la persona se expanda socialmente y logre poco a poco ir realizando sus ideales de crecimiento tanto en lo psíquico como en lo físico (Júpiter).

Se trata de una combinación creciente y fructífera entre la felicidad del éxito (Júpiter) y la paz interna espiritual (Neptuno).

NEPTUNO TRIGONO LUNA:

Se favorecen mutuamente los dos planetas más ligados con el plano astral y sus experiencias, con lo que cabe esperar una cierta protección psíquica (la Luna) de arriba (Neptuno), es decir, de los planos superiores astrales y espirituales, los cuales están en sintonía con Neptuno.

Al igual, esta combinación de planetas está muy ligada al inconsciente, que está especialmente sensibilizado y receptivo hacia estímulos sugestivos y surrealistas.

Tampoco se puede pasar por alto que ambos son astros de tendencia artística bastante marcada, lo cual hará que la sensibilidad a la música y la poesía sea muy especial.

LUNA TRIGONO PLUTON:

Esto significa que la capacidad de interiorización y transmutación en lo emocional es grande.

La experiencia del hogar y el amor romántico (la Luna) resulta auto realizadora, por lo que las emociones y la vivencia afectiva protectora son toda una fuente de riquezas internas (Plutón).

La energía sexual (Plutón) se apoya y apoya perfectamente la experiencia del hogar, que es donde resulta más fructífera.

ACLARACIONES.

Finalizada ya esta serie de ejercicios respecto a los trígonos, hay que decir que estos se han desarrollado hasta un cierto nivel de interpretación, que es el que por el momento pretendemos alcanzar, pero ni muchísimo menos este es el techo máximo de la interpretación de los aspectos. Por otro lado, en la Cosmobiología, como en cualquier otra ciencia, no existe un tope alcanzable.

Conviene recordar que hay que mantener por parte del alumno un equilibrio, entre la inclinación a avanzar en la lectura y el temor a hacer lo propio por pensar que no ha asimilado satisfactoriamente el capítulo precedente. Lo recomendable es que ni demasiadas prisas ni excesivas demoras.

Se ha de leer y realizar un proceso de reflexión personal, lo cual indica que pasar hojas sencillamente no es efectivo. Por otro lado, el demasiado perfeccionismo y autoexigencia tampoco es recomendable, pues se detiene el avance.

Respecto a este último punto, no olvidemos que en la Cosmobiología siempre estaremos ampliando nuestra perspectiva de Neptuno, por ejemplo, aunque hayan pasado quince años de estudio y práctica. En el caso concreto del tema que tratamos, el del sistema universal de combinación de planeta aspectado en signo y en casa, éste se irá conociendo progresivamente. No podemos hacernos especialistas en trígonos entre Marte y Venus, por ejemplo, pues no se trata de memorizar una receta, sino de abrir la mente a todo un sistema. Por ello, cuantos más ejemplos se vean, mejor se entenderán los anteriores cuando se les vuelva a repasar.

Lo que en ningún caso ha de suceder es que se esté leyendo un apartado y que se noten déficit para seguir el hilo o entender el porqué de lo que se dice. Aquí sí es conveniente retomar ciertos puntos que han quedado obscuros o en el aire.

LA CUADRATURA.

INTRODUCCION.

Ya se ha dejado traslucir en la extensa introducción de la filosofía de este aspecto astrológico, que con él se ha de tener una doble precaución al interpretarlo. Por un lado, no se ha de pecar de ingenuidad, pasando por alto los peligros reales que pueden estar simbolizados en una cuadratura especialmente problemática. Dicho sea de paso, en absoluto todas las cuadraturas son iguales, al igual que todos los exilios no son iguales, y así como no todos los trígonos tienen el mismo efecto. Por ello, aplíquese uno de los consejos básicos que ya vimos para los estudiantes de Cosmobiología: de lo que no se está seguro, preguntar o no decir nada.

En el otro extremo tenemos la tendencia contraria, que es la del alarmismo, el susto o la exageración, especialmente cuando comenzamos a estudiar las cuadraturas de nuestra propia carta natal o las de nuestros allegados. Consejo:

controle su imaginación, es decir, sus formaciones de imágenes, principalmente las inconscientes. La Cosmobiología no es sólo un estudio intelectual, sino una vivencia integral de envergadura. Por ello, se precisa autocontrol en primera instancia, para luego completarlo con la autorrealización. Por tanto, los miedos cuadraturescos o las alegrías trígonas no tienen sentido. El tema es menos simple de lo que puede parecer a simple vista, lo cual en su esencia no significa que no sea sencillo una vez que se conoce.

EJEMPLOS PRACTICOS.

Analicemos a continuación y abramos la intuición a la siguiente serie de interpretaciones básicas de algunas cuadraturas:

PLUTON CUADRATURA SOL:

Existe una resistencia interior (Plutón) al cambio de la conciencia (Sol), lo cual realmente provoca un sufrimiento plutoniano en el ser interno o esencial.

El ego solar está cargado de transformaciones fuertes, cuya energía cuesta controlar, pues la soberbia y el orgullo (Sol) se pueden manifestar con cierta fuerza en lo que a la canalización de los instintos primitivos (Plutón) se refiere.

SOL CUADRATURA SATURNO:

La individualidad (Sol) está limitada por las rutinas, el materialismo, las usuras y cierta maldad (Saturno). La conciencia es a la vez muy rígida, con lo cual necesita recibir experiencias saturninas fuertes para dinamizarse, como por ejemplo, las limitaciones materiales, los retrasos y los impedimentos al desarrollo de la propia individualidad.

La voluntad saturnina, por otra parte, genera un control excesivo de la energía vital (el Sol), cuya inversión o aplicación en obras creativas resulta ser poco fructífera.

SATURNO CUADRATURA MARTE:

Entran en juego simultáneamente las tendencias de control y utilitarismo de Saturno con las inclinaciones agresivas y autoritarias de Marte. La consecuencia es el colmo de la rigidez y la exigencia, con bastantes notas de malicia y astucia.

El desarrollo involutivo propio de este aspecto se debe a las proyecciones de un neto egoísmo saturnino y de un afán por tomar las cosas por asalto, característico de Marte mal aspectado.

EXPLICACION COMPLEMENTARIA:

En este momento de nuestro estudio se hace necesaria una aclaración, pues ya se ha comentado que no todos los factores de la carta astral, entre ellos los aspectos, se encuentran relacionados con la personalidad del propietario de la misma. Dicho de otra manera, cuando pasemos a estudiar horóscopos parciales o completos, nos percataremos de que sólo algunos planetas y, por tanto, algunos aspectos, son los que se encuentran relacionados con la personalidad del interpretado.

Así, por ejemplo, en el caso anterior de la cuadratura Marte- Saturno, ésta se puede conectar en un horóscopo determinado con una amistad del interpretado, con un noviazgo, con los estudios o, en algunas ocasiones, con su propia personalidad e, incluso, individualidad.

Por tanto, no necesariamente la presencia de una cuadratura determinada se ha de ver en función de las cualidades psicológicas del yo, sino que tendremos que estudiar en su momento en qué casas se encuentran los planetas que forman el aspecto, al igual que una serie de circunstancias complementarias. Pero, de momento, no nos compliquemos y realicemos una interpretación indiferenciada de los aspectos astrológicos, sin especificar ni personajes ni tipo de experiencias.

También es aceptable pensar que detrás de una circunstancia ambiental armónica o inarmónica en la vida de la persona, existen respectivamente virtudes y defectos de ese ser en consonancia con las primeras.

Este último comentario podría extenderse a la versión astrosófica del asunto, según la cual el ser humano se encuentra, incluso a través de sus experiencias cotidianas, en una verdadera batalla cósmica, en la cual el objetivo a cumplir es equilibrar el microcosmos con el macrocosmos.

Explicado de otra forma, los elementos internos o del microcosmos (fuego, tierra, agua, aire, los atributos psicológicos de los planetas, etc.) han de equilibrarse con los elementos, las fuerzas planetarias, las fuerzas zodiacales, etc. (macrocosmos) que se presentan en las distintas experiencias ambientales de la vida.

Por tanto: SI BIEN SOLO ALGUNOS DE LOS ELEMENTOS DEL HOROSCOPO TIENEN UNA RELACION DIRECTA CON LA INDIVIDUALIDAD Y LA PERSONALIDAD, SE PUEDE ESTABLECER SIN LUGAR A DUDAS QUE EL RESTO DE LOS FACTORES ASTROLOGICOS DE LA CARTA ASTRAL - REPRESENTANDO CIRCUNSTANCIAS AMBIENTALES- POSEE UNA REPERCUSION SOBRE EL YO DEL INDIVIDUO.

Este planteamiento es el mismo que en su momento se expuso de acuerdo a la famosa frase del filósofo español José Ortega y Gasset, cuando enunció: "yo soy yo y mis circunstancias".

En lo que a la práctica cosmopsicológica se refiere, lo anterior implica que en el estudio profundo de la carta astral hemos de saber localizar los elementos que en esencia conforman la individualidad de la persona, que es la parte del yo más esencial y la única imperecedera, aunque siempre en continua evolución. En segundo término, tenemos que investigar en las características de la personalidad, que como sabemos pueden variar con cierta facilidad dependiendo de la edad, las circunstancias cambiantes del medio, etc. Como tercer punto, se ha de penetrar en toda la amplia gama de experiencias medio-ambientales, incluyendo a las personas que de alguna forma más influyen o dejan huella en la vida del interpretado.

Llegado este punto -el tercero- no sólo podemos quedarnos en un estudio por separado de las tres áreas que hemos definido como fundamentales. Tenemos que comenzar una relación dinámica, en la cual se observará que la individualidad esencialmente sigue siendo la misma, aunque cada vez con mayor experiencia; la personalidad se tiene que ir adaptando a los elementos circunstanciales de la vida; y, el punto central al que queríamos llegar, las vivencias y el contacto con las experiencias va provocando una serie de cambios en la estructura interna de la persona, los cuales se pueden manifestar en una fase evolutiva o en un ciclo involutivo.

Esto último se debe al hecho de que en muchas ocasiones el ser humano penetra por períodos más o menos largos (desde días hasta una encarnación completa) en fases de involución o toma de contacto con aspectos inferiores de la vida. En este último supuesto, sabemos que esa fase es necesaria para el afianzamiento posterior evolutivo de la conciencia, lo cual no quita que en esa "caída" se haya de valorar objetivamente la realidad del momento. Sólo de esta forma se puede ayudar al interpretado a acortar la experiencia o a buscar formas para invertir el giro de los acontecimientos.

Para hacer la síntesis final de este punto, podemos resumir diciendo que no todos los aspectos poseen relación directa con el yo del individuo, pero todos los aspectos - incluidos los ambientales- tienen una repercusión sobre el interpretado, por el sencillo hecho de que en la carta astral, especialmente en la natal, las energías que se expresan son aquellas en relación con vivencias de cierta importancia para la persona. Desde luego que en el horóscopo existen factores más relevantes que otros, pero en general no se puede decir que haya alguno gratuito o sobrante.

MARTE CUADRATURA NEPTUNO:

Existe una relación no constructiva (en principio) entre el dinamismo externo y la naturaleza psíquica subconsciente. Esto significa que la actividad exterior y la capacidad de lucha (Marte), se encuentran bajo la presión inarmónica de experiencias o energías en relación con Neptuno. Así, cuando la persona se lanza hacia algo con empuje (Marte), sobrevienen chismes, enredos, depresión interior, desengaños, visiones nebulosas de la realidad, etc. Pero también podemos interpretar el aspecto no sólo como que Marte recibe al actuar un cierto tipo de energías inarmónicas de Neptuno, sino igualmente en el sentido de que Marte se hace un tanto neptuniano en el aspecto desequilibrado o disonante.

Si interpretamos el aspecto astrológico en esta última línea expuesta, la capacidad de acción se hace un tanto caótica, ya que Marte se mete en enredos por guiarse por impulsos subconscientes no analizados.

Visto el aspecto astrológico desde la perspectiva de Neptuno, existe una inclinación a la impulsividad y la agresividad en el terreno del subconsciente, con lo que no es raro que ciertos temores (Marte tiene dos hijos: Fobos y Deimos, el Temor y el Terror), se expresen de manera caótica internamente, en el nivel de la subconciencia (Neptuno).

El místico Neptuno, por otro lado, se hace más luchador y batallador para lograr realizar lo que sus vivencias místicas le marcan, pero en ello peca de falta de control e imposición sobre los demás.

EXPLICACION COMPLEMENTARIA:

Hasta ahora hemos estado, en los ejemplos presentados de aspectos entre planetas, introduciéndonos poco a poco en su interpretación, con lo que en este momento podemos ya presentar alguna "técnica" específica para desarrollar un sistema universal, que sirva para todos los casos.

Establezcamos algunas pequeñas pero importantes reglas que, como ya sabemos por el sistema de estudio en pirámide, supondrán "esquemas mentales de tipo enzimático".

Antes, recordemos que los aspectos astrológicos se producen como una relación recíproca. Ante ello caben dos posibilidades: la primera es considerar el aspecto astrológico en conjunto y, la segunda, estudiarlo como si fueran en realidad dos aspectos (el que va de X a Y, y el que se lanza de Y a X).

A. Estudio del aspecto astrológico como un ente aparte: se puede usar este sistema cuando nos encontramos en un momento como el presente, en el cual se estudia el aspecto astrológico desligado o abstraído del resto de la carta astral. Este nivel de interpretación es relativo, ya que no estamos teniendo en cuenta, por ejemplo, si los planetas que entran en aspecto están aspectados por otro lado con otros astros.

A.1. El esquema mental a usar es, en el caso del trígono: "las cualidades armónicas del planeta X se suman a las características consonantes del astro Y".

Por ejemplo, en el caso de un trígono entre Marte y Mercurio, la energía dinámica, el ardor y la rectitud del primero se aúnan, se suman o se añaden a la elocuencia, la velocidad, la inteligencia y la palabra de Mercurio.

A.2. En la situación de la cuadratura, podemos decir: "las cualidades inarmónicas del planeta X se unen a las desequilibradas del astro Y".

Situémonos en una cuadratura entre el Sol y Júpiter: la soberbia, el egocentrismo y la altanería del Sol se suman a la jactancia, la burlonería y la fachada de Júpiter.

B. Estudio del aspecto astrológico en sus dos direcciones (del planeta X al Y y del Y al X). Supone un nivel de interpretación más avanzado y completo, aunque debe de ser coherente con el escalón de interpretación anterior.

B.1. En el caso del trígono podemos establecer dos esquemas mentales complementarios.

B.1.1. "Cada uno de los dos planetas recibe del otro sus energías, apoyos, cualidades y circunstancias armónicos". Veamos el caso de un trígono entre Saturno y Neptuno.

La voluntad saturnina recibe de Neptuno fe interna, elevación espiritual y amor universal, con lo cual en todos los ambientes y experiencias en los que Saturno es protagonista (el mundo de la calle y el trabajo), se recibe la fuerza benéfica de Neptuno. A la vez, la vivencia de lo superior y la fe interna reciben de Saturno capacidad de constancia, realismo y responsabilidad.

B.1.2. "El planeta es impregnado o modificado armónicamente por las energías que recibe del otro". Este esquema mental como base de partida supone un escalón de profundización más que en el nivel del punto B.1.1. De ese modo, no sólo interpretamos lo que un planeta recibe del otro con el que tiene aspecto, como antes, sino que vemos cómo el planeta es modificado o modulado por el aspecto que capta del otro astro.

Explicado de forma complementaria, en este punto B.1.2 vamos a ahondar en el hecho de que un planeta determinado cambia al recibir un trígono. Siempre va a ser el mismo planeta, por ejemplo Saturno, pero no es el mismo ente cosmobiológico Saturno sin aspectos (libre de curso) que Saturno en trígono con Neptuno. Algo importante ha cambiado en Saturno -y en Neptuno- con respecto a lo que estos planetas significan de por sí solos.

Continuemos con el ejemplo precedente, para que los puntos de referencia básicos continúen siendo los mismos y, así, poder centrarnos en las diferencias.

Saturno al encontrarse en trígono con Neptuno continúa siendo realista y prudente, pero sabe que existe algo superior por encima de lo puramente material y sensorial (Neptuno). A la vez, Saturno aumenta su capacidad natural de reflexión, la cual se encaminará en parte hacia serios temas espirituales.

Saturno gana en fe en algo trascendente, con lo que puede manifestar más interés por entregar parte de sí a alguna causa elevada, que requiera un sacrificio de su natural sentido del ahorro, etc.

Visto desde el ángulo de Neptuno, las tendencias místicas se mantienen ligadas a la realidad debido al trígono con el concretizador Saturno. El planeta Neptuno se hace más responsable y ligado a lo cotidiano, con lo que las inclinaciones evasivas permanecen controladas. Por otra parte, la inspiración neptuniana sobreviene en buena parte cuando se trabaja en algo con constancia y profundidad (Saturno).

B.2. Apliquemos a continuación los mismos dos esquemas mentales para las cuadraturas, continuando con tal aspecto en el caso Saturno-Neptuno.

B.2.1. El enunciado sería así: "cada uno de los dos planetas recibe del otro sus energías, obstaculizaciones, defectos y circunstancias inarmónicos". En la cuadratura Saturno-Neptuno el primero recibe del segundo los siguientes elementos: la voluntad de trabajo (Saturno) se enfrenta a los chismes, los enredos y los subterfugios (Neptuno); la constancia y el realismo (Saturno) se ven mermados por las depresiones y los estados psíquicos caóticos (Neptuno); y la seguridad y el control respecto a lo material (Saturno) se difumina por la receptividad a factores psíquicos astrales inferiores. En este último caso se referiría a la intervención de ciertas energías inferiores psíquicas en los asuntos materiales y laborales.

Veamos ahora qué le llega a Neptuno de Saturno: existe una inclinación a evadirse psíquicamente o a huir (Neptuno) de las circunstancias materialmente duras (Saturno), pero la cruda realidad material (Saturno) obstaculiza y frena de forma seca la tendencia a aislarse y apartarse (Neptuno).

Neptuno recibe una dosis de pesimismo y melancolía (Saturno) que se suma a su natural depresión. La mística neptuniana recibe una buena dosis de esquemas materialistas, así como de experiencias en forma de palos, sobre todo materiales (Saturno).

B.2.2. "El planeta es impregnado o modificado inarmónicamente por las energías que recibe del otro, con el cual se encuentra en cuadratura".

Continuemos con la cuadratura Saturno-Neptuno.

Saturno se ve modificado por este aspecto, en relación con la naturaleza esencial que tiene de por sí, en el siguiente sentido: su conciencia de la realidad (Saturno) se difumina por las debilidades psíquicas inconscientes (Neptuno), la capacidad de trabajo se hace menor con motivo de las divagaciones internas (Neptuno), la responsabilidad (Saturno) se pierde bastante al usarse con cierta frecuencia la mentira (Neptuno), la seriedad se dispersa debido a las inclinaciones huidizas neptunianas...

Desde la otra perspectiva, Neptuno cambia algunas de sus características originales, las cuales son moduladas por la cuadratura con Saturno: la fe (Neptuno) se torna bastante dependiente de los resultados y la utilidad práctica de las cosas (Saturno); la evasividad personal se inclina a lo sobrio, ascético y misántropo (Saturno); la vivencia de lo superior (Neptuno) se encuentra limitada por el materialismo y las mezquindades...

NEPTUNO CUADRATURA MERCURIO:

Mercurio tiene que ver con la relación de conceptos y, de ahí, con la mayor o menor cordura de la persona. Por otra parte, Neptuno es el planeta de los océanos psíquicos, con lo que su posición inarmónica nos lleva a interpretar un cierto desequilibrio en esas cuestiones.

Colocándose Neptuno en cuadratura con Saturno, viendo en primera instancia el aspecto como una unidad, no cabe duda de que el factor nerviosismo (Mercurio) y la tendencia a la depresión (Neptuno) se encuentran acentuados. Un aceleramiento de las funciones mentales (Mercurio) se agudiza con la inclinación al abatimiento psíquico, por lo que una cosa puede llevar a la otra, y viceversa.

Neptuno indica las tendencias evasivas, con lo que cabe esperar que al recibir cuadratura del planeta Mercurio, algunas de las formas de escape sean el intelectualismo, la cháchara superficial y el despiste mental. Por otra parte, la escala o el nivel de fe en lo invisible (Neptuno) de la persona está marcada por cierto escepticismo y duda viciada (Mercurio). No podemos olvidar que Neptuno representa el chisme, los enredos y los subterfugios, con lo que junto a la imprudencia verbal y la charlatanería mercuriana, darán lugar a multitud de amistades, ideas y relaciones cotidianas enmarañadas.

Analicemos seguidamente el aspecto visto desde la posición del planeta Mercurio. En primer lugar, no cabe duda que el caos y la nebulosa neptuniana dificultan bastante el correcto desarrollo de la razón y la lógica. Neptuno pertenece al mundo de lo simbólico y lo surrealista, con lo que el hilo lógico de los conceptos (Mercurio) puede quedar a veces en rutas sin sentido (Neptuno). Respecto a la expresión verbal (Mercurio), el individuo hará uso y abuso de las evasivas, las intrigas y las mentiras (Neptuno). La adaptabilidad mercuriana con una cuadratura de Neptuno puede llegar a ser peligrosa, pues Mercurio duda y Neptuno pierde los límites psíquicos, con lo que la influenciabilidad (Neptuno) acerca de la información que se recibe (Mercurio) es grande, lo que lleva a enredos mentales.

MERCURIO CUADRATURA LUNA:

Veamos en primer término la cuadratura desde la posición de Mercurio.

Referente a las capacidades mentales concretas y de relación, hay que decir que la Luna genera bastante pereza, falta de disciplina mental y una memoria hasta cierto punto débil, lo cual ha de ser confirmado con otras cuestiones.

Existe una confrontación entre el intelecto y la imaginación, lo cual significa que ambas funciones se perjudican mutuamente.

La expresión verbal y la comunicación en general (Mercurio) peca de cierta timidez e indecisión (la Luna).

Respecto a la adaptabilidad, hay que tener en cuenta que la Luna es el planeta más rápido del zodíaco, quien es seguido de Mercurio. Así, la conexión entre ambos por cuadratura significa que hay tendencia a hacer las cosas con ciertas prisas (Mercurio) debido en parte a que la Luna genera pereza e introversión.

Veamos ahora qué sucede con la Luna recibiendo la cuadratura de Mercurio.

En primer lugar, respecto a la emotividad natural e inconsciente (la Luna), ésta queda cargada de cierta frialdad e intelectualismo. Simultáneamente, la expresión de tales aspectos psíquicos se va a hacer de manera algo superficial e infantil (Mercurio).

La memoria, la cual se encuentra también en relación o analogía con la Luna, sucede que no resulta suficientemente profunda debido al aceleramiento mental que produce Mercurio.

Respecto al sentido o instinto inconsciente de protección o intimidad (la Luna), se ve limitado por las ideas caprichosas y los comportamientos poco maduros o de despiste (Mercurio).

LUNA CUADRATURA VENUS:

Los sentimientos de tipo familiar entran en conflicto con los amores sensuales, lo cual en lo concreto puede dar lugar a multitud de posibilidades variadas.

La emotividad instintiva (la Luna) se hace veleidosa y algo lujuriosa, pensando demasiado en pasar el rato y disfrutar de placeres banales (Venus).

El comportamiento o la actitud respecto al hogar (la Luna) se carga o impregna de lujos idiotas, presunción y conductas que buscan más que nada una vida de color rosa aparente y caprichosa.

Veámoslo ahora desde el punto de vista de Venus recibiendo el aspecto.

Las relaciones amorosas (Venus) pecan de, aunque no lo parezca, cierta timidez e introversión (la Luna). Digo que aunque no lo parezca, pues la Luna representa la imagen de la personalidad o la impresión que se causa, la cual tratará de demostrar una felicidad y alegría superficial (Venus). Como ya se comentó antes, existe una contraposición de cuadratura entre la vida familiar y la inclinación a las diversiones, la vida social, los placeres y los lujos, y otros elementos en sintonía vibratoria con Venus.

El sentido del arte y de la estética se acentúa por el hecho de que Venus y la Luna están en relación, ya que ambos son planetas sensibles y artísticos, pero ya que se trata de una cuadratura y, concretamente con la Luna, lo que predomina es una imagen (la Luna) de belleza y de sensibilidad estética, pero más que nada de forma frívola, porque faltará la voluntad y la profundidad.

VENUS CUADRATURA URANO:



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